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la Independencia

» panorama general en 1816

 

     El panorama político y militar que se presentaba en el año 1816 en

Río de la Plata, no era muy optimista como para declarar  la

independecia. De hecho la situación se encontraba extremadamente complicada dentro y fuera del territorio.

 

     En España el rey  Fernando VII, reinstalado en su cargo, gobernaba

de forma absolutista. El monarca, lejos de admitir las explicaciones

que quisieron darle los comisionados americanos que acudieron a

Madrid, sobre las razones de los movimientos revolucionarios

producidos en su ausencia, en cuanto regresó de Francia, tomó la

decisión de someter a sus dominios de ultramar por la fuerza de las armas.

 

     Contaba para ello con el respaldo de la Santa Alianza, una liga política nacida en el l Congreso de Viena (1814-1815) con el objetivo de defender a las monarquías absolutas. Poco trabajo le costó al rey español acusar ante aquella a los americanos de partidarios del  “republicanismo”.

 

       Algunos hombres del Río de la Plata habían creído hallar en Inglaterra una poderosa aliada a la causa de la independencia americana, pero ignoraban que Gran Bretaña había firmado un tratado con España por el que se comprometía a no ayudar a los “rebeldes americanos” a cambio de concesiones comerciales por parte de Fernando VII.

 

     En el Río de la Plata los ejércitos habían sido vencidos repetidas veces en el Alto Perú, especialmente la derrota del Sipe-Sipe, había descalabrado las fuerzas patriotas, dejando expuesto el frente noroeste del territorio a las fuerzas realistas.

 

     También representaban otro peligro las luchas internas, que ensombrecían el panorama: el centralismo de Buenos Aires había aumentado, y se había agravado el recelo de las provincias hacia la ciudad capital. Si el surgimiento del “movimiento federal” había hecho nacer algunas esperanzas en las provincias, el Estatuto que dictado en 1815 por encargo del Cabildo de Buenos Aires -de contenido centralista- fue a echar por tierra sus aspiraciones autonómicas, ganandose el rechazo inmediato, y con suma  indignación, de las provincias.

     La situación más grave se había planteado con José Gervasio Artigas, al desconocer el Congreso convocado en Tucumán, pues fue seguido por las provincias que respondían a su influencia: Banda Oriental, Entre Ríos, Santa fe y Corrientes; que no enviaron sus diputados a dicho Congreso, menoscabando la convocatoria. El enojo del caudillo se debía a la indiferencia mostrada por el gobierno de Buenos Aires ante la ocupación por los portugueses del territorio oriental.

     Todos estos acontecimientos externos e internos que se cernían sobre el Río de la Plata, fueron advertidos por la Corte Portuguesa, que se hallaba instalada en Río de Janeiro, y se apresuró a apoderarse de Montevideo, enviando tropas para invadirla con el falso pretexto de “escarmentar a Artigas”. La desidia del gobierno porteño ante este suceso permitió que la Banda Oriental se convirtiera en “Provincia Cisplatina” del Imperio del Brasil, para lograr más tarde su independencia en 1828.

Fuente: http://argentinahistorica.com.ar/

Miremos un poco hacia afuera

 

ACTIVIDADES SUGERIDAS.

  • Lee con atención el texto y explica con que complicaciones se encontró el Congreso se Tucumán.

  • Piensa con algún compañero la forma de presentar la información en un mapa.

Diseño y diagramación: 

Gustavo Saldaño

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